Es Licenciado en Ciencias de Actividad Física y el Deporte, Graduado en Fisioterapia, Grado en Nutrición Humana y Dietética, Máster en Fisiología Integrativa. Entrenador de Alto Rendimiento, llevando en la actualidad a triatletas de la talla de Miquel Blanchart y Carlos López. Ha sido preparador físico en el CAR de Sant Cugat. Profesor colaborador en el Máster de triatlón del INEFC de Barcelona. Profesor colaborador de IEWG.
El triatlón de distancia ironman (3,8km natación + 180km ciclismo + 42km carrera) es una de las pruebas de resistencia más exigentes y largas de las que se disputan en un solo día, sin etapas. Por ello requiere una preparación muy bien planificada que será muy determinante para el rendimiento final. En esta ocasión nos vamos a centrar en el primer segmento de competición, es decir, los 3.800m de natación, para lo cual hemos reunido a cuatro prestigiosos expertos para que nos respondan a cada una de las diez preguntas que les hemos formulado.
Básicamente la natación de distancia olímpica al ser más corta es mucho más explosiva y determinante en el rendimiento de la prueba, al ser más corta, el posicionamiento, la salida y desenlace de la prueba puede determinar mucho más el resultado. En distancia ironman, es un segmento que en los últimos años ha ido ganancia una relevancia importante, sobre todo por dos grandes factores: en primer lugar, por el posicionamiento táctico del desenlace del segmento ciclista que le hará ir a remolque toda la prueba del ironman (ej: muchas competiciones de Lionel Sanders); y en segundo lugar diría que a nivel más amateur un «regular» nadador sufrirá un segmento ciclista con peor rendimiento.
En mi opinión salen favorecidos aquellos triatletas con menor nivel ya que pueden tener una natación más «limpia» y al no estar en un grupo tan grande favorece que tengan un segmento con menor desgaste. A nivel de drafting, creo que puede ayudar a que exista un menor drafting; a pesar de ello, creo que hay pruebas demasiado masificadas o bien jueces poco estrictos que condicionan mucho el resultado real de los ironmans.
La salida desde el agua creo que puede ayudar al triatleta con mejor nivel y mayor explosividad, condicionando a aquel triatleta con menor nivel en el agua que tenga mayor opciones de quedarse cortado en los primeros metros de la prueba y por lo tanto condicionando el resto de la competición. Las salidas desde el pontón requieren de un buen tiempo de reacción, así como la estrategia de colocación en función de los rivales, ya que puede determinar el resultado de un triatlón olímpico (como se vio en Tokio). Finalmente la salida desde la arena, puede ayudar a suavizar esa diferencia del mejor nadador al peor nadador si realizas un buen esprint, también habría que contextualizar el tipo de salida y entrada, energías que le queden al triatleta, etc.
En mi caso como entrenador me gusta realizar diferentes tipos de estrategia en función del nivel del deportista. A grandes rasgos, en el caso de los triatletas con un objetivo de rendimiento menor les aconsejo que intenten realizar una natación eficiente, con buena orientación (trabajada en el entrenamiento), y poniéndose bien el neopreno antes de la prueba (muchas veces es un aspecto descuidado y que suele dar mayor fatiga en hombros durante la prueba) y sobre todo que los nervios precompetición no les influyan negativamente, creo que son los momentos más tensos antes de competir y donde se puede perder el foco de concentración. Con los triatletas de grupo de edad que buscan objetivos de tiempo o clasificación, las mismas indicaciones que las anteriores, pero intentando buscar unos buenos «pies» o un grupo que le lleve hacia delante sin gastar mucho, importante que se intente valorar el tipo de salida, corrientes, olas, viento, etc.
Finalmente, en el caso de los profesionales, aparte de lo mencionado, me gusta intentar plantear dos o tres posibles escenarios tácticos que se pueden dar en función del nivel de los rivales, evidentemente intentamos escoger escenarios tácticos posibles y les intento enseñar situaciones para pen sar de carácter abierto, ya que no siempre se acierta, pero el poder tener diferentes escenarios tácticos con variables ayuda a tener un planteamiento táctico y no quedarse bloqueado en ciertas situaciones (visualización táctica de carrera).
Para mí es el cuarto segmento del triatlón y que muchas veces se suele entrenar poco, y creo que la importancia no es solo de la corta distancia, sino que si te fijas en las clasificaciones de las pruebas profesionales cada día vemos resultados más apretados, por lo tanto, es esencial transicionar de manera rápida, efectiva y sin penalizaciones tanto en triatlón de corta distancia como en la larga distancia.
En primer lugar, diría que la comodidad y que el/la triatleta sienta que el neopreno se acopla a su cuerpo y no al revés; en segundo lugar que tenga la flotabilidad más ideal para ese triatleta; en tercer lugar que sea flexible para poder transicionar de manera eficiente; y en cuarto lugar que tenga cierta duración ya que los tejidos de neopreno actuales son algo delicados y hay que cuidarlos de la manera que toca. Sinceramente creo que en general los neoprenos actuales son de muy buena calidad, pero un gran fallo es escoger un neopreno porque «x» profesional lo lleva y no probárselo ni recibir un asesoramiento adecuado.
Diría que el aspecto más importante de la técnica es que sea eficiente en aguas abiertas, por lo tanto, económica, es decir, que se pueda sostener y llevarse a cabo en aguas abiertas con aguas tranquilas y con olas y a la vez que produzca un rendimiento en la prueba. Muchas veces hemos visto casos de triatletas con una «técnica» menos pulida desde el punto de vista teórico, pero realmente eficiente en las diferentes pruebas, y al revés. Creo que lo importante es hacer rápido y eficiente al triatleta en el medio de competición.
Para mí en la larga distancia la mayoría de triatletas deberían seguir un batido de piernas de dos batidos por ciclo (estilo Sun Yang) para economizar el gasto técnico; de la misma manera, este ciclo puede modificarse en momentos puntuales (salidas de prueba, llegadas a transición, etc.). En distancia olímpica este batido puede ser mayor ya que los cambios de ritmo pueden ser mayores y la velocidad de nado es mayor, también opino que cada triatleta puede tener diferentes estilos de nado y deberá utilizar el batido de piernas más idóneo a sus características. En cuanto a la respiración considero fundamental que un buen triatleta sea capaz de realizar la respiración por ambos lados, para poder orientarse la manera más idónea y a la vez controlar a los rivales. Por último el aspecto de orientación es un tema clave como he comentado anteriormente, muchas veces se suele nadar sin coger una línea recta y se acaban de realizar más metros de lo debido, creo que los trabajos de orientación, nadar una vez por semana en aguas abiertas (épocas de buen tiempo) y realizar competiciones en aguas abiertas (travesías, triatlones numerosos, etc.) son imprescindibles para tener buen rendimiento en el segmento de natación.
Depende de la distancia de triatlón, pero una recomendación general sería tomarse un gel antes de la prueba, a ser posible, lo más cerca del inicio de la misma para evitar el rebote de glicemia y dejarlo unos 10-15 segundos en el paladar para activar diversos receptores bucales y que estos activan diversas áreas cortico motoras que nos ayudarán a tener un pequeño extra de potencia (2% más aproximadamente, Ehlert et al ., 2020), también tendremos que valorar si este gel debería llevar o no cafeína (tolerancia según el/la triatleta, etc.), y de la misma manera qué tipo de gel, gusto o sabor en función de los gramos que vayamos a consumir. En la transición cabría la posibilidad de poder tomar un gel, pero dependiendo de la longitud de la transición aconsejaría que se tomará mejor durante los primeros compases del segmento ciclista.
Para mí existen una serie de entrenamientos clave que puedan ayudar a asegurarnos el éxito en el segmento de natación en un ironman. En primer lugar, como he comentado anteriormente el entrenamiento en aguas abiertas simulando diversas series rotas a ritmo de competición (series largas de 10-15min). Por otro lado, creo que es necesario realizar dos entrenamientos semanales con las mayores distancias de entrenamientos con diferentes partes principales, uno con palas y otro con series de desarrollo láctico (por ej: bloques de 15, 20, 25, 30 de 100 con la densidad pertinente). Finalmente creo que es importante que un triatleta de
larga no descuide el trabajo de velocidad (series de 25 o 50).