¿Nos puedes explicar en qué consiste una competición de ultraman?
Consta de tres días, en la primera se nadan 10 kilómetros y luego se recorren 145 km en bici, en el segundo día, otros 285 kilómetros en bici y en el tercero y definitivo, corremos dos maratones seguidas, un total de 85 kilómetros. Esta competición arrancó en Hawai y es muy selectiva.
¿Que quiere decir con selectiva?
Solo se disputa en Florida, Australia y en Hawai, donde se reunen los mejores atletas de esta disciplina.
¿Para competir en Hawai, hay que llegar con experiencia previa?
Hay que clasificarse previamente en Australia o Florida, aunque una vez ya has participado, tienes la opción de disputar el Mundial cada año.
¿Con cuántos atletas compiten?
En Florida somos 42, es el límite de la prueba. Normalmente, acostumbran a acabar unos 30 o 34.
Ultraman suena como Supermán, pero, con perdón, no eres el típico ‘armario’ de dos metros…
Mucha gente se piensa que para ser ultraman hay que medir 1,90, ojos azules y rubio. Mido 1,64 aunque lo importante es la disposición para trabajar duro en esas tres disciplinas.
¿La gente debe pensar que estás un poco loco, no?
A mucha gente le cuesta entender lo. Buscamos el límite. Te acostumbras a entrenar muchas horas y muy intensas, como la competición.
¿Cómo llegaste a esta disciplina?
Yo empecé con el triatlón, luego me pasé a los Ironmans. Un buen amigo mío, Josef Ajram, pionero en España de esta disciplina, me animó a probarlo y aquí estoy.
¿Cómo se prepara un ultraman?
Acostumbras a entrenar tres meses antes de la competición con gran volumen de trabajo, mucha natación, muchas horas sobre la bici y la carrera hay que compensarla porque produce sobrecargas.
¿Cuál es la más cómoda para ti?
Me siento cómodo corriendo. Es el último día y por mi condición física, es donde menos sufro.
Ajram y tú fundasteis ‘Where is the Limit’. ¿Va relacionado con esta pasión que tenéis por la filosofía del esfuerzo al límite?
Fue una idea que Josef. La plasmamos en una empresa. Empezó con pulseras y camisetas. Lo que empezó como un divertimento se ha transformado en una empresa que nos cuesta dinero pero transmitimos una filosofía de vida.
Te debe costar dinero…
Un poco si. Como todo hobby, porque lo considero así. Yo todo lo que ahorro en mi trabajo lo guardo para realizar los viajes por todo el mundo y compitiendo.
¿Qué sacrificios debes realizar para competir en ultraman?
Intento buscar siempre un equilibrio. No saldré cada fin de semana porque es cuando realizo una parte importante del entrenamiento, pero salgo con amigos. También realizo una alimentación controlada.
¿Cómo encuentras tiempo para entrenar compartido con tu trabajo de director financiero?
Con un poco de sacrificio, a las siete de la mañana realizo un primer entreno, a veces al mediodía y luego, por la tarde. Mi trabajo me permite flexibilidad horarios.
¿Para aguantar esta competición, debe haber mucho dopaje, no?
Al contrario. Nosotros competimos por placer. Por ganar en Florida no tengo compensación económica. No hay ansiedad por ganar, hay compañerismo.
¿Corres tú pero la consideras una carrera de equipo, no?
Sin duda. Me acompaña mi hermano Miquel y otro amigo mío, Micky. El corredor, sin sus dos acompañantes está vendido, son necesarios y la organización te obliga a llevarlos. Ellos te orientan en la carretera, te motivan en momento de bajón, todo el tema logístico, de hoteles… Incluso un año vino mi madre a Hawai y estuvo corriendo a mi lado para darme ánimo.
¿Es más aventura que una carrera?
Se parece más a una aventura de tres días. Convives con 40 personas de todo el mundo y compartes la misma pasión. Existe un ambiente familiar muy bueno. Incluso puedes ayudar a otros corredores si lo están pasando mal.
¿Te pareces a Kilian Jornet?
Para nada. De Kilian solo hay uno. No hay ningún atleta del mundo que se pueda comparar a él. Es casi sobrehumano. Lo que está logrando es estratosférico.
¿Cuando regresas a casa, qué te queda de la carrera?
Lo primero un mal de piernas que no puedes casi ni moverte. Pero luego, recuerdas la experiencia, una auténtica aventura inolvidable.