Miquel Blanchart, Carlos López o Marcel Zamora, son algunos de los figuras que han depositado su confianza en el maestro catalán Carles Tur, un entrenador que no tan solo atesora conocimientos enfocados al triatlón, sino que entiende el deporte en un concepto global que le ayuda con uno de los principios básicos de la preparación física de un atleta, que es la individualización.
Carles siempre ha ido siempre a la vanguardia de lo que ser refiere a la combinación de la ciencia y del trabajo que nace en un laboratorio, junto al deporte. En un mundo plagado de ‘gurús’ que venden humo a gran escala, con frases motivacionales y falacias sobre el rendimiento, la imagen de Tur representa un haz de luz con el que futuros profesionales de las ciencias de la actividad física, pueden tomar como referencia.
Aún así, Carles no es para nada partidario de la eliminación del entrenamiento por sensaciones, algo fundamental para aquello que siguen una planificación a diario y que muchas veces ven su condición psíquica y mental alterada, con lo que la modificación de las cargas en base a esas percepciones es clave para optimizar el rendimiento.
Un gran ejemplo de dicha metodología es Joel Fillol, quien a día de hoy se podría calificar como el mejor entrenador del mundo del triatlón, contando en su grupo con mastodontes como Mario Mola, Katie Zaferes, Vincent Luis o Jake Birthwhistle.
Como bien dice Tur, »El entrenamiento no es una ciencia exacta, donde uno más uno siempre da dos. Más bien es un arte.»
Así pues, Carles, virtuoso del entrenamiento, exige un feedback directo con el atleta que quiera entrenar con él, como fundamento del binomio pupilo-entrenador, que ya se ha demostrado en múltiples campos del deporte como sistema de éxito.
Del mismo modo, el catalán está a favor de la rotación de entrenadores que pueda tomar un atleta a lo largo de su carera deportiva, ya que en la diversidad de proceder, puede residir parte de la motivación que requiere un deportista para salir a entrenar día a día.
Ya hemos visto a ases del deporte como el mismísimo Gómez Noya , que se ha servido de tres entrenadores a lo largo de su longeva trayectoria, consiguiendo multitud de éxitos con cada uno de ellos.
